lunes, 7 de enero de 2008

El amigo feo

Mujeres, admitámoslo: todas tenemos un amigo feo. Ese que nos hace creer en la amistad pura y sincera entre un hombre y una mujer… porque no nos mueve ni la mitad de una hormona.

Siempre he creído que la amistad entre hombres y mujeres puede existir siempre y cuando el tema de la tensión sexual este resuelto. En este caso, el amigo en cuestión genera cero tensión (de cualquier tipo) por lo que se puede proceder tranquilamente a cimentar una relación de cariño, comprensión, complicidad, etc, etc.

Ahora… que pasa cuando el macho en cuestión se enamora de ti? Aquí comienza lo interesante (léase con sonrisa maquiavélica ad hoc). Cuando una fémina sabe que el espécimen masculino que tiene al lado y que se adroga el titulo de amigo incondicional, es en realidad un admirador “secreto” incondicional… se le acabó la buena vida al pobre ente. Comenzamos a aprovecharnos de nuestra posición de objeto de adoración y el amigo entra en la categoría de… esclavo (voluntario, of course, que es lo más entretenido del asunto).

Las mujeres podemos llegar a ser muuuuuy malvadas cuando nos otorgan poder, pero ojo, este es un juego que se vuelve aburrido con rapidez. Nos pueden acusar de caprichosas, malagradecidas o sencillamente malas, pero la verdad es que el esclavo pierde la gracia en poco tiempo. No es que no nos guste que nos consientan, es que nos desagrada el servilismo. Tener a un tipo al lado, que solo respire cuando le digamos que lo haga y se parezca mas a un perrito amaestrado que a un ser humano con opinión y voluntad, se vuelve molesto. Súmenle a esto la nula atracción que el susodicho ejerce en uno y el resultado es inevitable: amigo macabeo sin derecho a pataleo.

Niñas, analicen sus relaciones de amistad y si ya están riéndose solas… bueno, vayan pensando cuando van a salir de nuevo con su amigo ;)

Besos a todos y hasta la próxima

=(^.^)=